LA LEYENDA DE LA BRUJA HAEDA
Hace muchos, muchos años, cuando aún los hombres vivían al aire libre y los inviernos eran crudos y largos, vivía en el Faedo una bruja llamada Haeda. Tenía poderes sobrenaturales otorgados por el demonio, que la advirtió: “Debes usarlos para hacer el mal, pues si con ellos haces el bien te consumirás y en tres días desaparecerás. “La bruja Haeda se preparó para hacer todo el mal que pudiera. Entre La Vid y Santa Lucía vivía una familia, la madre María, el padre Miguel y nueve hijos pequeños. Por el verano sembraban patatas, fréjoles, lechugas, guisantes pues se daban muy bien y con ellos alimentaban a sus hijos. Cuando llegaba el invierno las cosas se complicaban, no tenían donde refugiarse, por la noche subían hasta la cueva de los Infantes y allí se guardaban de la nieve y las heladas. Un día nevó y nevó, el viento soplaba la ladera de la montaña helada y por más que María y Miguel empujaban a sus hijos hacia arriba no conseguían llegar a la cueva, los niños resbalaban...